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domingo, 15 de noviembre de 2009

Dos mensajeros

Desde aquel dia Nacho comenzo a dormir mal, muchas veces venia a clase con los ojos hinchados y ojeras de no haber dormido en toda la noche, yo seguía asustada por aquel dia y a penas me atrevía a pasar un momento a solas con el, siempre nos acompañaba alguien.
Shasha también comenzó a tener sueños pesados, se veía siempre rodeada de agua, mar, tormentas, lluvia, alla a donde iba el agua la perseguía en sus sueños.
Yo comenze a oir aullidos en mi cabeza, Mazenda por alguna razón se había instalado en mi cabeza con la intención de volverme loca con sus aullidos y gritos llenos de ira al no haber podido completar su misión.
Mis sueños siempre se convertían en pesadillas en las que yo intentaba huir de ella.

Cansados de no dormir, y de pasar malas noches nos reunimos para pensar en un contraataque, Nacho ideo la manera de meter a Mazenda en su cabeza, tras varios hechizos fracasados conseguimos nuestro objetivo, ahora Nacho se veía cada dia peor, palido, cansado, con los ojos mas hinchados si podía ser, muchas veces se tapaba los oídos con las manos intentando sofocar los gritos de Mazenda.

- Solo se me ocurre una manera de acabar con ella, mañana me harán una prueba del sueño, espero encontrármela y poder acabar con ella. Dijo Nacho en una de nuestras típicas reuniones.
- ¿Y crees que lo conseguiras?
- Ni idea, no solo debere pelear contra ella, estoy seguro de que Yurka estará ahí para detenerme.
- ¿Yurka?
- No os lo conte, pero no solo nos persiguen los demonios, Yurka es todo lo contrario a mi, no es un demonio, pero tampoco es un humano, viene del mismo lugar que yo y su única misión es destruirme a mi y después a los guardianes. Estoy seguro de que fue el quien envio a Mazenda. Nacho hizo una pausa volviendo a esconder la cabeza entre sus manos. – Quizas me mate el a mi, quizás mate a Mazenda y nos quitemos un problema de encima.
- ¿Yurka entonces es el mensajero de la oscuridad?
- ¿Como sabes eso Carla? Yo nunca mencione nada de los enviados.
- Mazenda me lo mostro, me mostro a Yurka y su transformación en el mensajero de la oscuridad, su piel oscura y quemada y aquellas alas formadas por escamas, sus garras y sus ojos negros. Me estremeci al recordar a aquel joven en lo alto de una montaña. – Tambien me enseño como es el mensajero de la luz, con su piel blanquecina, y sus ojos azules brillantes, aquellas alas de plumaje blanco, tan suaves y perfectas, rodeado de ese aura dorada tan hermosa.
- En mis sueños tengo ese poder, por eso aprobechare a ser el mensajero para acabar con Yurka y Mazenda.

El dia transcurrió sin cambios, Nacho parecía mas aliviado de los aullidos, por alguna razón Mazenda le dio una tregua, y aprovechamos a descansar.
La noche llego al fin, yo me meti en mi cama no sabia si debía dormir o aguantar sin dormir, solo penaba en que Nacho debía permanecer todo el dia sin dormir para hacerse la prueba al dia siguiente.
Finalmente el sueño pudo conmigo, y descanse tranquilamente hasta que un golpe seco en mi espalda me despertó, ¿o quizás no me despertó y había aterrizado nuevamente en el bajo astral?
Abri los ojos y mire el cielo, de nuevo rojo.

- Que raro, yo aquí, no se ni porque me extraña encontrarme aquí otra vez. Dije en silencio aun tumbada sobre la hierba quemada, me hice un ovillo y cerre los ojos, por nada del mundo pensaba levantarme de ahí.