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miércoles, 23 de septiembre de 2009

Despertando a los guardianes


Como habiamos acordado, nos reunimos todos en el centro comercial, yo cargaba mi mochila negra, en ella estaba todo lo que Nacho me habia pedido, la vela, los cuencos, las tizas, vamos todo.
Caminamos atravesando el centro comercial hasta los almacenes, alli una escalera de caracol subia hasta los almacenes superiores, como unas cinco plantas que subimos uno detras de otro.
Cuando llegamos al final nos encontramos con la entrada a los almacenes, por lo visto nadie los usaba y alli subia la gente a beber y fumar sin que nadie les dijera nada ganando asi el estar resguardados bajo un tejado.

Nacho y yo comenzamos a colocar las cosas y trazar un circulo con una estrella de cinco puntas, en cada punta colocamos el material que usarian los guardianes.
Yo me retire y los cuatro subieron, a continuacion saque el libro y se lo di a Nacho con las paginas marcadas para el despertar.
Y asi nacho comenzo a leer, mientras que los que quedamos apartados como protectores temiamos por lo peor sobre todo yo que estaba alerta a cualquier cosa.

- Chicos teneis que concentraros, es ahora o nunca, saben lo que vamos a hacer.
- Nacho dejate de sermones y date prisa, los noto. Dije sintiendo un frio desgarrador sobre mi piel, un frio que me recordo a Mazenda.

- Vigias del este, silfos, guardianes, espiritus y elementales, escuchad mi clamor. Sususrrantes poderes del este y del aire, invoco esta noche vuestra fluida, sabia, transitoria presencia.... Dijo Nacho refiriendose al guardian del aire.

Senti una punzada en la cabeza, cada vez estaban mas cerca y en mi interior lo unico que pedia era que Nacho se diese toda la prisa del mundo, miraba a un lado y a otro, al cielo y a bajo al suelo, nada aun nada, pero me remordia algo por dentro.

- Vigias del sur, salamandras, guardianes, espiritus y elementales, escuchad mi clamor. Pasionales poderes del sur y del fuego, invoco esta noche vuestra presencia ardiente y transformadora.... Dijo de nuevo esta vez por el guardian del fuego.

Y otra punzada esta vez en el costado, un agudo dolor me recorrio todo el costado, comence a notar leves molestias para respirar.

- Vigias del oeste, ondinas, guardianes, espiritus y elementales, escuchad mi clamor. Fertiles poderes del oeste y del agua, invoco esta noche vuestra presencia psiquca y purificadora.... Esta vez le tocaba a la guardiana del agua.

No senti nada, solo frio, cada vez hacia mas frio, Isi desde su posicion se agazapaba dandose calor, y arriba los guardianes tiritaban de frio, estaban ahi, podia sentirlos, note a Mazenda. - Estais perdidos, de nada os sirve jugar a magos.
Me acurruque y mire a Nacho concentrado. Solo uno mas y todo habria acabado, o moriamos o venciamos.

- Vigias del norte, gnomis, guardianes, espiritus y elementales, escuchad mi clamor. Poderes estabilizadores del norte y de la tierra, invoco esta noche vuestra presencia firme y confortable.... La ultima guardiana, la de la tierra.

Y Nacho comenzo a temblar, me alerte y corri escaleras arriba sin a penas pararme a respirar, alli estaba agazapado en el suelo agitandose, combulsionando, senti miedo y grite.....

sábado, 5 de septiembre de 2009

Un paso adelante

Corrimos mientras yo miraba atras una y otra vez, cuando nos hubimos alejado lo suficiente de mi parque y mi casa paramos para tomar aire.

- ¿Que viste? Pregunto Nacho mientras recuperaba el aliento.
- Sombras y algo saltando de farola en farola.
- ¿Nada mas que eso?
- Si, nada mas.

Seguimos caminando uno junto al otro en silencio, mirando de vez en cuando atras o arriba, algo nos hacia pensar que las cosas no iban bien, pero no sabiamos que.
Finalmente llegamos a la casa de Nacho, alli estaban sentados en el banco el resto, salude con la mano pero en silencio, aun notaba como mi corazon latia feroz.

- Bueno Carla tiene algo que enseñaros.
- Si, esto. Dije sacando el tarro con la sustancia negra. - Esto es miasma, de lo que los demonios estan hechos, anoche me encotre con uno de ellos, y nos han declarado la guerra.
- Eso puede ser muchas cosas. Contesto Christian señalando el tarro.
- Abrelo entonces y dime que te parece que pueda ser.

La reaccion fue increible, nada mas abrir el tarro un pestilente olor a putrefaccion inundo toda la calle, Christian solto el tarro el cual se hizo añicos, el miasma comenzo entonce a burbujear y moverse lentamente, resultaba mas que asqueroso, Shasha y Nasha saltaron al banco asustadas y Christian subio las piernas al banco.
Jal e Isi miraban atontados la sustancia mientras se tapaban la nariz y ponian caras de asco.

- Y bueno, ¿Ya te lo crees? Le dije a Christian.
- Si, pero por dios quita eso, o haz algo pero es muy asqueroso.
- Mejor vamonos de aqui, me estoy mareando. Comento Nacho. - Vamos al parque de ahi dentro.

Salimos medio corriendo alejandonos del pestilente olor y nos acomodamos en los bancos del parque, yo miraba el cielo mientras los demas hablaban, Christian ahora que lo creia estaba intentando comprender toda la informacion de Nacho, Shasha, Jal y Nasha seguian intentando dominar sus poderes sin exito alguno, Isi y yo, seguiamos sentados en el banco mirando a la nada.

- Creo que es hora de despertar vuestros poderes. Dijo finalmente Nacho.
- ¿Pero eso no lo habias hecho ya? Dije yo enarcando una ceja.
- No.
- Entonces, ¿para que demonios hemos estado entrenando durante tanto?
- Tenia que ponerles a prueba.

Me calle, era mejor no decir nada, si señor, con la boquita cerrada tendia a estar mas bonita.

- Mañana por la noche, quedaremos en el centro comercial, necesitare tizas, una vela, un cuenco de barro y agua, un abanico o paipai, y otro cuenco de barro y tierra. Y el libro que me dejaste el otro dia.
- ¿A caso piensas que soy tu secretaria? Me molestaba mucho que me tratara como si fuera menos que ellos, yo al menos dominaba mis poderes ellos no eran capaces de nada.
- Por favor, lo siento.
- Que sea la ultima vez. Soy bruja y no me gusta que me trates de menos porque ellos sean los guardianes.

Tras aquella charla, volvimos acompañados los unos de los otros a nuestras respectivas casas, no era plan de sabiendo de los demonios sueltos dejaramos que cada uno se fuera por su lado.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Plenilunio de plata

A la mañana siguiente, un sabado mas, o menos... Me levante y mire el tarro escondido con la sustancia biscosa, no habia un sueño y algo hacia por dentro que sintiera furia de ello.
Llame a Nacho y le conte lo sucedido, solo le falto gritar como un histerico.

- Ya calmate, estoy bien, esta tarde cuando quedemos te llevo el tarro, pero calmate.
- ¿Como voy a calmarme? Nos acaban de amenazar y tu estas tan tranquila.
- No puedo hacer otra cosa, la culpa es solo de Cristian si el no fuera tan cabezon nada de esto pasaria y lo sabes.
- Bueno, bueno, el no tiene la culpa.
- Si la tiene.
- Bueno, vale. Despues a la tarde buscaremos una solucion.
- Vale. Nos vemos.

Tras colgar el telefono lo unico que pude hacer es intentar pasar el dia de lo mas normal hasta la hora de quedar.
A las siete de la tarde sali de casa escondiendo el tarro en mi bolso.

- ¡¡Me voy!! No me espereis a cenar hoy ceno fuera.

Dije y sali de casa cerrando tras de mi sin esperar a mi padre, baje en el ascensor con una extraña sensacion en el estomago, esa en la que te hace sentir que algo no va bien.
Cuando sali a la calle aspire el olor de esta, parecia tranquilo aunque llevaba una esencia diferente, una advertencia. Camine tranquila mirando curiosa la calle, sentia que algo estaba vigilandome, una de dos o me estaba volviendo paranoica o realmente Mazenda nos estaba espiando, mire el cielo despejado carmesi, pronto anocheceria y ya sobre el cielo se veia la luna llena, por un momento me quede hipnotizada mirandola, siempre habia sentido que la luna y yo teniamos alguna conexion y ademas siempre me tranquilizaba mirarla, de repente un az de luz cruzo por mi mirada, mire a todas partes, las farolas acababan de encenderse pero eso no habia sido el haz, habia sido una especie de rayo muy veloz, me estremeci y camine hacia el parque, la noche llegaba a cada minuto que pasaba y me senti aun mas estremecida, el invierno frio y la noche... poco a poco la luna brillaba con todo su explendor, mire las casas del barrio donde vivia, se veian mas oscuras que de costumbre.
Salte asustada y abraze el bolso contra mi, eso no era mas oscuro no, habia sido una sombra, una sombra que habia cruzado todo el muro de esa casa, trague saliva nerviosa, ¿que cojones estaba pasando? Senti un frio helado y mas oscuridad, mire las farolas, un par de ellas parpadeaban y de ellas saltaban pequeños rayos negros de una a otra.
No podia sentir mas miedo, era imposible, sombras, rayos negros, frio, esa sensacion paranoica, algo malo estaba a punto de pasar y yo estaba sola, corri hacia el parque, alli habiamos quedado, ¿pero que? Mire el reloj, las 20:10 y Nacho no estaba alli, ni Shasha, ni Jal, ni Isi, estaba sola, completamente sola.
Mire el parque, las farolas parpadeaban y un viento extraño soplaba, no era ni frio ni calido, simplemente un aire que movia mis cabellos, en el centro del parque la farola central lucia normal e incluso podria decir que con mas intensidad.
Me acerque a los columpios e intente mantener la calma, dentro de poco llegaria Nacho y entonces no tendria porque temer, solo estaba un poco nerviosa, nada malo iba a pasar.
Grite con toda mi alma y salte del columpio.

- ¡Joder Nacho! Avisa la proxima vez leches que estoy suceptible.
- Culpa mia, no debimos quedar aqui, pero cuando te llame ya no estabas y vine corriendo a buscarte.
- ¿Y porque tu culpa?
- Vamos mujer, no estas suceptible, sabes lo que se cuece aqui, estoy seguro de que los has visto y sentido, ya sabes a los demonios.

Caye y afirme con la cabeza, aun seguia apretando el bolso contra mi pero ya me sentia mas calmada.

- Hoy es plenilunio de plata, normalmente tanto en luna llena como en luna nueva la puerta al Bajo Astral y al Espectral se abren al maximo dejando que demonios y espiritus corrompidos entren al plano fisico, pero el plenilunio aun se abre mas, y resulta que tu parque es una puerta directa con esos planos, por eso vine a buscarte corriendo, porque tenia miedo de que Mazenda o cualquier otro apareciese.
- Pues vamonos antes de que aparezcan.

Dicho eso nos fuimos al parque que habia tras su casa, Cristian tambien habia ido, claro seguro que le habian dicho lo de la prueba que tenia para demostrar que todo era cierto y si no creia en ello estabamos perdidos, aunque algo dentro de mi me decia que hoy todos creerian.

martes, 1 de septiembre de 2009

El primer encuentro, Mazenda.

Pasado un mes y medio desde que Paxie vino a visitarme no tube mas encontronazos, Nacho seguia contandonos delos cuatro guardianes y de su supuesta doble vida por decirlo de alguna manera.
Los dias pasaban tranquilos, dentro de lo que cabe, ahora el grupo se habia agrandado, Shasha, Nasha, Cristian, Jal, Isi, Nacho y yo. Pronto se nos unio Edwin una chica alocada y sin rumbo (en el buen sentido)
Edwin era la unica que no creia en nada de lo que Nacho decia, aun asi por alguna extraña razon se veia muy bien en el grupo.

Unos dias despues de la incorporacion de Edwin, Nacho nos llamo a todos para una reunion, Cristian nunca aparecio, era otro de los que no creian, y ademas parecia odiar a Nacho. Era dificil hacerle creer y que nos escuchara mas aun, asi que finalmente desistimos todos, excepto Nacho, para el era importante, lo necesitaba para recuperar su autentico cuerpo.

Mientras que Shasha intentaba convencer a Cristian de que escuchara a Nacho, los demas nos entrenabamos todas las tardes despues del colegio en el parque, menos Isi que por lo visto no tenia ningun poder.
Nasha se especializaba en la tierra, aunque no veiamos ninguna mejora, Jal en el aire el cual por lo visto conseguia crear pequeñas corrientes de tierra y yo bueno, lo mio eran los poderes curativos, los cuales por increible que fuera venia entrenando desde que mi memori alcanzaba, tambien entrenaba la vision pura con Nacho intentando ver dentro de el, en pocas palabras me entrenaba en un poco de todo. Shasha se entrenaba con el agua, y curiosamente cada vez que se enfadaba llovia o granizaba.

Y de nuevo alguien interrumpio mis sueños, esta vez era una mujer, y el lugar parecia en ruinas oscurro y daba miedo.
Ella era una mujer oscura, con un aura negra.

- Tu, humana, quiero que entregues un mesaje a la sacerdotisa.
- ¿Que, yo?
- Si, dila que os estamos vigilando y que esta vez no tendremos piedad, iremos a por el que no ha despertado sus poderes y luego a por ella.
- Un momento, ¿quien eres tu?
- Mi nombre es Mazenda, un demonio.
- Anda ya, yo me voy de aqui, ¿Por donde se sale de este lugar?
- De aqui no podras salir tan facilmente, solo a una estupida se la ocurriria bajar al Bajo Astral. ¿No te ha enseñado aun eso?
- ¿Ein?
- Bienvenida al plano del Bajo Astral, morada de los demonios y espiritus corruptos. Un lugar oscuro y lleno de peligros. Nunca deberias haber bajado aqui sin proteccion, cualquier demonio podria matarte antes de que te dieses cuenta, pero mis ordenes son otras, por ello te salvas.

Comence a sentir miedo realmente, esa mujer era realmente un demonio, podia sentirlo y verlo, al final la vision pura si que tenia su efecto, podia ver la oscuridad de ella y del lugar, podia ver como aquel lugar estaba hecho de una masa oscura y biscosa.
Me acerque a la mujer y la agarre del brazo, viendo como su brazo emanaba la sustancia negruzca, con un olor pestilente como a putrefaccion.
Solte un alarido al notar eso sobre mi mano, ardia de una manera asquerosa.

- Deberias aprender niña, el miasma es muy poderoso, de ello estamos formados los demonios, materia oscura, muerte, almas, y dolor. Y ahora vuelve a tu plano y comunicale a ella que no nos detendremos.

Me desperte sobresaltada en mi cama, encendi la luz y ahi estaba, el miasma resvalando y llenando mi dormitorio de ese asqueroso olor.
Me levante y me limpie como pude metiendo el miasma en un tarro de cristal, ahora si creia en todo, crei en todo lo que Nacho menciono y esta era la prueba que haria que los demas creyesen.