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martes, 26 de marzo de 2013

La llave del apocalipsis


Cuando llegamos al salón la mesa estaba ya puesta y servida, no había grandes manjares como yo hubiera imaginado, pero había muchas cosas en raciones individuales.

Farkon me indico mi asiento y espero a que me sentara para luego sentarse el en el lado contrario de la mesa. - Pregunta y come. Ordeno empujando una fuente con ensalada hacia mi.

- No se muy bien que preguntar, ya me has dicho que existen los vampiros, que os alimentáis de nosotros... ¿Tu te alimentas de mi? Pregunte llenando el plato de lechuga. - ¿Porque me maltratas de esa manera y que pretendes de mi?
Farkon rompió en carcajadas no con la primera pregunta sino con la segunda. - Aun no, aunque realmente hueles que alimentas pero no, no se me permite alimentarme de ti. Hizo una pausa para beber un liquido carmesí de una copa de cristal realmente hermosa estaba decorada con el propio vidrio tallado de una manera exquisita. - Te maltrato para que aprendas a tratar con nosotros, no puedo matarte, pero créeme que muchísimos demonios darían su propia vida por matarte. En cuanto a que pretendo conseguir, es pronto para explicártelo, por el momento confórmate con que queremos que te vuelvas fuerte y aprendas a luchar.

- ¿Con queremos, a quien te refieres, a tus hermanos? Mire la copa frente a mi y la acerque para oler que contenía  era vino y a pesar del asco que me producía aquel liquido debo admitir que aquel vino olía a gloria, probé un poco y se me dibujo una sonrisa de oreja a oreja, estaba riquísimo, no tenia comparación con ese vino que usaban mis amigos para el calimocho. - No, hay muchos demonios interesados en ti y otros guardianes, o mejor dicho en iluminados.

Me quede callada observando como el liquido se balancea dentro de la copa. - ¿Que esta buscando el resto en mi, que tengo yo que no tenga otro guardián?
- Eres... diferente Cyliam, tu evolución ha sido... única .. veras, tu conoces de sobra la leyenda, primero nació una sacerdotisa que fue bautizada con el nombre de Quon, todos pensaban que era la gran y famosa sacerdotisa de Isthria, pero un par de años después nació otra muchacha tanto o mas poderosa que la anterior  eras tu Cyliam, y todos entonces creyeron que tu si eras la elegida.
Durante ese tiempo todo pareció transcurrir de una manera normal, Quon y tu erais vuestra propia Némesis. ¿Sabes lo que es eso?
Yo negué con la cabeza mientras acercaba unos frutos rojos a la boca y seguía escuchando atentamente.
- Un Némesis es ser el contrario de la persona, como un reflejo, tu naciste bajo la protección de la luna, serias una bruja poderosa que manejaría la magia de la oscuridad, pero no por eso debías ser mala. Quon por su parte fue aparada por el astro rey, el sol. Luz y oscuridad para resumir. Aun así vosotras os llevabais bien, tu eras terriblemente patosa en el arte de la guerra y Quon debía protegerte con su vida, pero tu, habías despertando la magia de sanación en tu interior, así que en el campo de batalla Quon peleaba mientras tu te quedabas en las tiendas de campaña curando y sanando a los heridos.

- ¿Pero que tiene que ver esto conmigo? Se que soy Cyliam, y tengo sus recuerdos, recuerdo cuando Quon murió por venir a salvarme, porque antes de morir atravesada por la espalda por una daga vi su rostro cruzando la tienda de campaña. Y no se que mas recuerdo...

- Esa noche en la que moristeis y aunque vosotras no sabíais nada, habías estado librando una guerra que Kira la autentica sacerdotisa había provocado al nacer. Pero vuestros cuerpos fueron congelados y conservados por los ancianos de Isthria. Vuestro astral se dispuso  viajar para encontrar al heredero siguiente que continuara la misión  Eliminar a los demonios, y a quienes renegaban de la magia. Pero por desgracia Quon no fue localizado jamas en todos estos milenios  Os tenemos a ti, a Piros, Gea, Aqua y Eolos y como no a Kira. Ella cree que puede dar con Quon gracias a ti, porque nacisteis para encontraros. Y esa es parte de mi misión, impedir que ella alcance a Quon antes que nosotros.
Me alce sobre la mesa golpeando con los puños y haciendo que el vino salpicara. - ¿Estas pensando en usarme para encontrar a Quon y matarla? Grite encolerizada, mirándolo fijamente con los ojos oscurecidos de la rabia mientras sentía que mi respiración se agitaba violentamente.

- ¡NO! Es al contrario, ellos quieren llevarla con los dioses y los dioses quieren matarla y a ti. Piensa en lo que te voy a decir, Luz y Oscuridad, Noche y Dia, debeis estar juntas para complementaros. Sois la llave que abre la puerta al caos y la destrucción. A lo que los humanos llamáis apocalipsis. Nosotros vamos a proteger que no pase nada, no queremos esas puertas abiertas, pero tampoco queremos vuestra muerte, es lo que ahora mismo nos diferencia de los dioses, ellos os quieren muertas a las dos. Siéntate y termina de comer. Sentencio en una orden que me provoco miedo, así que me deje caer sobre la silla y comencé a comer con prisa, quería salir de allí, pero no solo del salón sino de todo el lugar. - Mas tarde iremos al patio, alli te contare todo lo que quieras saber.