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martes, 25 de junio de 2013

Las primeras nieves



Y finalmente días después de la conversación, sucedió lo que yo ya esperaba.

- Pero Jal, te necesito, solo contigo y con Shasha vamos a poder lograrlo. Decía Nacho, mientras Isilar y yo un poco mas atrasados nos mirábamos con cara de, era de esperar.
- A ver Nacho, no podemos hacerlo, sabemos que no podemos, es imposible. Esta vez era Shasha la que hablaba, eso si con un cierto tono irascible en su voz. - Pero si solo es uno, además no es muy grande, solo tenéis que concentraros, Shasha, tu ya has conseguido hacer que llueva y para la lluvia cuando has querido. Y tu Jal, cuando te has enfadado has conseguido levantar un vendaval.

- Pero solo pueden hacerlo cuando sus emociones interfieren, estas hablando de enfrentarlos cara a cara con un demonio, la única emoción que van a poder sentir es pánico y ganas de salir por patas. Además, Jal no es capaz de hacer ni una chispa, ¿que es lo que pretendes hacer? Nacho me fusiló con la mirada, pero Shasha salio en mi defensa reafirmando lo que yo había dicho.

- A ver, no es tan complicado, Shasha lo congelara, es un demonio de agua, así que ella puede congelarlo y cuando eso este hecho, Jal lo liquidara con un rayo. Es fácil y sencillo. Intentaba explicar Nacho, así como quien no quiere la cosa, quitándole hierro al asunto. - Si no te digo que no, pero ellos no están entrenados lo suficiente. Finalice con mucha tranquilidad.

- ¡Bah! Ya lo haré yo, como siempre.

Nacho salio como alma que lleva el diablo directo a su casa y bueno, nosotros, en realidad nosotros no pudimos evitar el echarnos a reír a la vez. - No os preocupéis, si tan bueno es, lo dicho, que se encargue el, yo ya estoy cansada de seguirlo a donde quiera que vaya y a sus demonios. Dije después de calmarme de a risa, y al parecer todos estuvieron de acuerdo con lo que yo había dicho.

Una hora después yo estaba de vuelta en mi casa, mis padres habían salido y me encontraba sola, aburrida y muerta de hambre. Me prepare algo de cenar y a continuación fui a estudiar, los exámenes estaban al caer y con ello las vacaciones de navidad, la niebla seguía cubriendo la ciudad y era bastante desagradable tener que salir de casa a las ocho de la mañana y no ver mas allá de tu nariz en dirección al colegio, pero según decía Nacho el se iba a ocupar, así que yo deje de preocuparme y empecé a centrarme en los exámenes.

Obviamente este trimestre no aprobaría matemáticas, ni este, ni el siguiente ni el ultimo, que se le iba a hacer, era un cazo completo para las matemáticas, y obviamente la química tampoco se me daba bien, bueno, vale, tampoco la historia, ni el ingles, ni la gimnasia, era un desastre de estudiante, aprobaba religión, ética y dibujo por ser las materias mas sencillas del mundo, biología también, a fin de cuentas era una asignatura que para nada me disgustaba, y gimnasia, bueno, aprobaba de churro, quizás por que era demasiado torpe y daba pena verme y mas pena aun suspenderme, en fin, me senté en la cama y empecé a estudiar historia y geografía, que por cierto tampoco se me daba bien por mas que mi padre insistiese en repasar la lección conmigo, pero de lo malo, también solía aprobarla.

Y así, paso una semana mas, entre libros y Nacho desquiciandonos en el recreo, pero por fin había pasado algo bueno, la niebla por fin se había disipado y claro, como no, Nacho se pavoneaba. - Veis no era tan complicado, pero no os esforzáis.
Pero nosotros empezábamos a estar ya hartos y mas con todos los exámenes que se nos venían encima, aquel fin de semana repetimos los mismo planes de siempre, quedar en casa de Nacho y pasarnos la tarde sin hacer absolutamente nada.

- ¿Como decías que se llamaba el demonio? Pregunte tirada boca arriba sobre la alfombra. - Un Rainos, pero en realidad eran dos, solo que uno era joven. Se pronuncia reinos. Dijo el con un tono de superioridad.  - Eso significa que por fin vamos a estar libres ¿no? Digo yo que ahora que casi acabamos los exámenes, podríamos tener unas navidades tranquilas y relajadas, Shasha se va de viaje con sus padres y Jal al pueblo con Isilar. Nasha imagino que lo pasara con su familia, por lo tanto creo que nosotros deberíamos aprovechar también las vacaciones. Creo que yo me dedicare a meditar y a mejorar durante los quince días de vacaciones, y siempre nos quedara el llamarnos por teléfono para saber que estamos bien. Dije alegremente, ahora sentada en la alfombra. Shasha aplaudió y Jal e Isilar sonreían emocionados. - Entonces esta decidido, cada uno que disfrute de sus navidades, y si hay algún problema intentare que no os moleste a vosotros, pero si necesito vuestra ayuda espero que respondáis al móvil al menos.

Cuando salimos de la casa de Nacho para ir a cenar al centro comercial nos dimos cuenta de algo maravilloso. Había comenzado a nevar, y podía verse como la nieve cuajaba lentamente, ya solo quedaban cinco días mas de clase para finalizar y por fin, las vacaciones....

domingo, 16 de junio de 2013

Reconocelo, soy igual que ellos

Había pasado ya un mes casi desde la última vez que vi a los demonios, pero en el plano físico cada uno tenia sus propios demonios, el otoño había llegado y una extraña y espesa niebla cubría la ciudad.
A la gente no le parecía raro tener tantos días de niebla, pero lo cierto es que a mi si me parecía extraño.
Cada vez que decía en casa que me resultaba raro que durara tantos días las niebla me miraban y se reían de mi. - Eso son tonterías nena. Decía mi padre con una burlona sonrisa. Mi madre sin embargo se encogía de hombros como si nada.

Un viernes por la tarde, al terminar las clases bajamos todos al salón de actos de la escuela, los alumno del ultimo curso de secundaria estaban haciendo eventos para conseguir dinero para el viaje de fin de año y como teníamos varios amigos de ese curso solíamos ayudarles, así de paso, teníamos el gimnasio libre para practicar deporte.

Pero ese día, Nacho, Shasha, Isilar, Jal y yo, estábamos en uno de esos días en los que no te apetece hacer absolutamente nada, mas que sentarte y hablar, esperando que el tiempo pasara rápido.
- ¿Os habéis fijado en la espesura de la niebla y que ya lleva muchos días sin levantar? Pregunto Nacho sacándonos a todos de nuestro mundo en el que estábamos recortando entradas para un cine infantil a medida que los pequeños pasaban sonrientes para recoger las entradas y nos daban el dinero.

Yo bostece afirmando con la cabeza, los demás simplemente soltaron algún gruñido antes de volver a meter la cabeza en las entradas.
Ambos nos alejamos del grupo y nos metimos en el gimnasio a hablar del tema mientras yo me colgaba de las barras y me quedaba cabeza abajo. - ¿A caso piensas que es un demonio? Le pregunte mirando a un Nacho del revés.
El se sentó en una colchoneta, en una posición muy zen y asintió con la cabeza. - Bueno, no lo pienso, estoy convencido de que es así.

Baje de las barras y me acuclille frente a el, fijando mi mirada seriamente en el. - ¿Y que propones que hagamos? El agacho la cabeza, obviamente yo supe en ese momento que el pensaba sacarme de su plan. - Aun no se de que demonio se trata, pero tengo una ligera idea de que es, y tu no puedes hacer nada, necesitaremos a Jal, y posiblemente a Shasha.

Me deje caer al suelo quedándome sentada y mirándole con cierto desprecio. - No están preparados, y nunca lo van a estar, se que confías en ellos y que son muy importantes para tu misión, pero tu sabes igual que yo, que yo puedo hacer mucha mas magia que ellos. Nuestras caras comenzaron a tornarse desafiantes, Nacho y yo teníamos esa característica tan personal de ser cabezones. - Eso no es trabajo para una bruja. Sentencio Nacho rompiendo su postura zen, yo sin embargo me mantuve impasible, lo mire con desprecio y procedí a soltar una de mis bombas argumentarías.

- Cuando me conociste, creáis que yo era la guardiana del fuego, insististe varios días y quisiste arrastrarme a tu ritual. Nos amenazaste y todo si no accedíamos. Hice una pausa y le calle con el dedo sin dejar que me interrumpiera. - Si me encontraste y pensaste que era una guardiana, independientemente de su elemento, es porque sentiste en mi una magia especial y fuerte. Sabes que no soy una vulgar bruja, soy como ellos una guardiana, quizás para ti no sea tan importante, pero te he seguido y he cuidado de ti siempre, sigo siendo una guardiana y mi deber es ese, soy tu guardiana de la noche y lo sabes. Calle y lo mire tristemente, el estaba descompuesto y sin saber como responderme. - Me molesta que no me valores, que no me escuches y que muchas veces me ignores.

Dicho eso, me levante y salí del gimnasio para reunirme con los demás, durante nuestra charla, todos los niños habían entrado a ver la película y ahora estaban haciendo el recuento de las ganancias, me senté en silencio y sonreí pues al parecer aquel viernes habían tenido una buena ganancia.