- Espero que no se os olvide que tenemos un plan en mente, Farkon ya se lo ha cargado por completo, así que debo empezar desde cero. No olvidéis que hasta que yo no le cuente la verdad, para ella seguiré siendo su caballero de dorada cabellera que le va a salvar la vida. Soy el dios que tanto ansiaba conocer.
Chris hablaba con sus hijos aun en el comedor mientras poco a poco los platos y las viandas iban desapareciendo y con ellas los sirvientes, incluso el ambiente había cambiado, tan solo quedaron sobre la amplia mesa varias botellas de vino y copas. Christhopher descansaba recostado en su trono bajo la atenta mirada de sus hijos. Rubin también acomodado descansaba con los pies sobre la mesa y movía de lado a lado una copa de un néctar semitransparente y blanquecino.
Yurban por su parte estaba apoyada sobre los codos jugueteando con el borde de la copa y su vino de color carmesí.
- Yo no creo que sea tan tonta, precisamente por culpa de Farkon no creo que tu plan funcione, en cuanto sobre pases la linea invisible que ella ya ha marcado inconscientemente para ti se dará cuenta que no eres un dios, sino un demonio como todos los que hay aquí. Dijo la mujer mostrando sus colmillos en una sonrisa.
- Quizás, pero yo no necesitare pegarla para conquistarla y tenerla en mi mano. Le tratare como ella desea, como la princesa que es, esa es la diferencia entre tu hermano y yo, se como tratar a una mujer, el sin embargo solo sabe tratar a esas fulanas con las que se rodea para sentirse importante.
Los tres rieron levemente y bebieron de sus copas, Rubin se estiro bostezando sonoramente.
- ¿Te aburre esta reunión?
- No, padre, pero desde que ella esta aquí siento cansancio, esa niña tiene una energía muy fuerte, creo que nuestra energía y la suya se repelen y a mi me causa fatiga.
- ¿Y como están yendo los entrenamientos? Pregunto Chris clavando un cojo en la mesa e inclinándose como si aquel tema de conversación fuera algo sumamente importante.
- Mal me temo. Ya saco las alas, se que no debería haber pasado, casi se mata. Obviamente, la culpa fue de Farkon, ella estaba ebria y sus poderes se dispararon, su energía formo las alas y no tenia control sobre ellas. Tuve que salir corriendo para evitar que se matara. Rubin bajo los pies de la mesa y se acomodo inclinándose sobre la misma. - Además no hemos conseguido despertar anda en ella, no tiene buena puntería, ni paciencia, tampoco velocidad, Farkon estaba demasiado ocupado en saber como meterse entre sus piernas que en entrenarla y tampoco nos permitía a nosotros entrenarla.
Christhopher resoplo enfadado y golpeo la mesa con el puño, sus planes se veían cada vez mas truncados gracias a su hijo que en todo había tenido que meter la pata. - Esta bien, ya buscare la manera de solucionar eso, pero primero debo ganarme su confianza, ella no me conoce pero cree que soy un dios.
- Debo decir que el disfraz es muy acertado padre. Dijo Yurban con una tímida sonrisa. - Cuando te vi entrar casi me desmayo del susto, en verdad pensaba que alguno de los de arriba había pasado la zona neutra y estaba en nuestros dominios.
- Siempre me miras con buenos ojos hija mía. No habléis de la zona neutra, ella no debe saberlo hasta que llegue el momento.
- ¿Entonces piensas quedarte una temporada aquí? Pregunto Rubin.
- Así es, por ahora no tengo mas trabajo en palacio, el rey me ha dejado que me tome una temporada libre, pero si me llaman, tu iras en mi lugar, no puedo confiar en otra persona, a fin de cuentas tu has ocupado mi lugar aquí mientras no estaba y sabes como va el papeleo de palacio. Ahora, que cada uno vaya a sus quehaceres, hay mucho que arreglar y yo tengo una guardiana que seducir.
- ¡¡PAPA!! Grito con nervio Yurban. Chris la miro desafiante. - ¿Que te pasa ahora?
- ¿Tu también quieres meterte entre sus piernas como el imbécil de mi hermano? Pregunto cual fiera herida clavando las uñas sobre la mesa.
- Oh venga Yurban, ¿no me digas que te has encaprichado de la niña? Es mi trabajo, y si debo hacerlo y seducirla como si fuera el príncipe de su cuento de hadas lo haré, y no es que sea mi tipo, es baja, enclenque y temerosa, me gusta una mujer que me de guerra en la cama, no una niña asustadiza y vergonzosa, así que no te pongas en plan celoso conmigo, ella no va a ser tu madre tranquila.
- Eso espero. Finalizo la diablesa saliendo del comedor como alma que lleva el diablo.
- ¿Que le ha dado ahora a tu hermana? Pregunto Chris a Rubin el cual se encogió de hombros. - No se, yo no se que os ha dado a todos con la guardiana, es una mojigata inocente, su amiga la brujita es mucho mejor. Dijo con una lasciva sonrisa. - Lastima que no la pueda ver ya. Que pases una buena noche padre.
Rubin salio también del comedor y poco después Chris, el curioso demonio vestido de dios, dispuesto a cualquier cosa para conseguir ¿el amor de una guardiana?... ¿O quizás Yurban tenia razón y su padre solo quería pasar una cálida noche entre las sabanas con la guardiana?
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