- Sabia que la guardiana del agua era la mas conflictiva, pero nunca llegue a creer que se pasaría de generación en generación, aunque tu eres tan inocente y buena como tu original.
Cris no dejaba de parlotear mientras sobrevolábamos en busca de Kira. Anteriormente habíamos decidido que era la mejor y la mas rápida de las maneras de dar con ella. Ambos habíamos coincidido en que siendo la sacerdotisa ya sabría donde se encontraba y que habría dejado un rastro tras ella, a saber, muertes de demonios o un caos absoluto y destrucción.
- Realmente no me interesa que me cuentes cosas que ya se. Conteste bordemente. - Tu conocerás las historias de los originales, pero yo los conozco actualmente, se como reaccionan y conozco sus ideales. Y sabes tan bien como yo que no te sera fácil lidiar con ella. Dije alzando el vuelo mientras oteaba el horizonte.
- ¿Y que es lo que pretendes hacer entonces? Tan solo el novio de tu amiga parece interesado en buscarla. Se paro al vuelo frente a mi haciendo que me chocara contra el y por un segundo que mis alas dejaran de aletear.
- Como bien has dicho, mi as en la manga es Gito, a Kira le gusta e intenta agrandarlo por todos los medios pero su cuerpo humano no le da ventaja alguna, así que como gran defecto humano usaremos ese amor y obsesión que tiene hacia el para que se vea en la obligación de ayudarle a buscar a Karola. Dije despreocupadamente alzando de nuevo el vuelo para seguir la búsqueda. - ¿Bueno y que me cuentas de las puertas? Parece que las conocéis bastante bien, lo que no llego a comprender es como sabéis donde aparecerán en mi plano.
- Bajemos a ese pueblo y te mostrare porque sabemos donde parecen las puertas.
A lo lejos comenzaba a vislumbrarse un pequeño pueblo. Era la primera vez que veía un pueblo, pero bueno, era normal durante mi estancia en el bajo astral nunca salia del castillo, sabia que había pueblos porque había estudiado varios mapas del bajo astral, algunos no eran pueblos sino grandes ciudades y cuando digo grandes me refiero a enormes. Pero esta historia os la contare en otra ocasión.
Al llegar al pueblo me toco esperar mientras Cris entraba y salia de varias casas, finalmente al entrar en una me aviso con la mano para que le siguiera, para mi sorpresa todos los que vivían en aquella casa salieron casi escopeteados de la misma.
- ¿Pero que les has dicho? Han salido como si los hubieras amenazado. Cris me chisto y tiro de mi mano hasta ponerme frente a un espejo. - ¿Y a que viene ahora esto?
- Tu calla y observa. Dijo tras de mi.
Poco a poco la imagen del espejo en la que me veía reflejada fue cambiando, mi reflejo cambiaba extrañamente, piel negra, ojos blanquecinos, pelo marfil y una curiosa pero aterradora sonrisa. Y de pronto, una voz no tan infantil como la mía saludo desde el otro lado del espejo.
Por lo visto Cris y otros demonios se habían estado valiendo de la ayuda de la gente del plano especular. Según dicen leyendas y mitos nadie que haya entrado en dicho plano ha logrado nunca salir de el. El plano especular a diferencia de los demás es un plano en el que millones de planos se cruzan y no solo planos, universos enteros se comunican entre si a través de espejos. Cualquiera de los diez planos restantes tiene prohibida la entrada al plano especular, a los niños se les educa desde pequeños, salvo, claro esta a los humanos, ellos por suerte para los demás no creen que tras su espejo haya una infinidad de mundos. Y la muchacha de pelo marfil y piel carbón no era otra que mi yo del plano especular. No era guardiana como yo, era un demonio y a diferencia de nuestra realidad allí los malos son los dioses que han mermado la población humana por el afán de conseguir poder, los demonios se dedican a la defensa de los humanos y los acogen en su bajo astral para mantenerlos a salvo en pequeñas ciudades.
En conclusión, gracias a los espejos del plano especular ellos podían saber con todo detalle donde y a que hora se abrían las puertas, tanto en mi propio plano físico como en todos los demás planos.
Tras una charla en la que mi némesis me contó y mostró parte de su mundo Cris y yo volvimos a nuestra búsqueda y no paso demasiado tiempo cuando el caos comenzó a aparecer bajo nuestro vuelo.
Cuando nos encontramos con Kira no tardo ni un segundo en atacar a Cris, pero cuando me puse delante de el para protegerlo ceso el ataque, realmente no se como pude convencerla de que no era malo, quizás fue que ella quedo igual de impresionada que yo al vernos con nuestros cuerpos.
Kira yo volamos tras Cris el cual no hacia otra cosa que refunfuñar de vuelta al castillo.
- No se porque no me contaste esto antes. Dijo Kira ofendida.
- Yo te lo conté, fuiste tu quien no quiso creerme. Así que no me vengas con cuentos ahora y no te hagas la ofendida, se de sobra lo mucho que te molesta no ser el centro de atención pero es lo que hay.
Al llegar al castillo de nuevo alguien se vino encima mio, Nika a la cual por fin habían logrado encontrar, parecía la mas emocionada del lugar y en parte era normal, Nika no había pasado ni la mitad del tiempo que yo había pasado en el bajo astral y el ser una chica tan reservada en el plano físico hacia que por el contrario en el bajo astral se desmelenara y mas cuando Rubin parecía seguirla la corriente en todo.
Todos nos reunimos al rededor de la mesa del gran salón donde centenares de platos inundaban la mesa. Nadie quiso comer hasta que Nika y yo brindamos y comenzamos a comer en compañía de los demonios.
- Es absurdo que esperéis a que comamos nosotras. Si quisieran matarnos ya lo habrían hecho. Dije remarcando la ultima frase mirando a Kira. Ya estaba haciendo de las suyas, intentando poner a todos en nuestra contra, salvo a uno, Gito cabizbajo no parecía prestar atención a nada. Me levante y me senté a su lado estrechándole con ternura. - Anímate, vamos a encontrarla. Cuando se atrevió a mirarme le devolví una sonrisa y un guiño cómplice. - Es una promesa y sabes que cumplo todas mis promesas.
- No deberías prometer cosas que no puedes cumplir, ademas ¿quien te ha puesto a la cabeza de todo esto? Kira se lucia en alabanzas y glorias conmigo, pero yo simplemente me encogí de hombros.
- Esta claro que tu no, porque ademas tampoco estas capacitada para nada. En vez de buscarnos a los demás estabas divirtiéndote destrozando las chozas de los leñadores y asesinando a demonios que ni se habían percatado de tu presencia. Has asustado a niños y hecho llorar a madres. Serán demonios, pero ellos también tienen sentimientos. Si no quieres venir a buscar a Karol no vengas, pero al menos no molestes a quien si vamos a ir a buscarla. No me encontraba enfadada o furiosa, quizás algo indignada, Kira seria todo lo sacerdotisa que quisiera, pero quienes habíamos estado en el bajo Astral eramos Nika y yo, las cuales íbamos a ir a buscar a Karol, Rubin, Farkon y Yurban aun con remordimientos se alzaron a la vez y dijeron que también irían.
- Entonces yo me quedare aquí, y quien quiera quedarse fuera de esta aventura lo protegeré siempre y cuando no cometa ninguna estupidez que me obligue a tomar serias medidas. Dijo Cris. - La sacerdotisa entonces se va a quedar aquí, ¿quien mas tiene miedo y prefiere quedarse? Shasha levanto la mano y abrazo a Kira la cual sonrió como sintiéndose victoriosa. - Muy bien, ¿alguien mas?
Nadie se movió de su sitio Eolos e Isi me miraron y tras ello miraron a Gito.
- Nosotros iremos a buscarla también. Aunque yo quizás solo sea un incordio para vosotros pero haré todo lo posible en ayudar. Dijo Isi. El único al que no habíamos logrado despertar ningún poder, un sencillo humano que estaba dando una clara lección a Kira.
- Entonces debemos prepararnos, yo necesito un baño y un cambio de ropa. Nika levanto la mano y pidió que le diéramos al menos una hora para descansar y bañarse también. Quizás estábamos yendo demasiado deprisa. Realmente todos mostrábamos cansancio.
- Debéis dormir, todos, Gito lo siento, pero tal y como estáis no podríais aguantar el camino. Se cuanto ansías el poder verla, pero mírate, no has comido nada, estas pálido y se te cierran los ojos del agotamiento. Y tu pequeña guardiana, hemos volado varias horas para encontrar a la sacerdotisa y a la vuelta ya ni tus alas te respondían. Descansa y no me lleves la contraria. Nika tu también, repón las fuerzas. Y vosotros dos, Eolos e humano... perdón, Isi, ambos tenéis dos cuartos para que podáis descansar, comida y ropa y un baño común en el que recuperar la fuerza. Para los nuevos, el tiempo no transcurre igual aquí que en vuestro plano. A penas lleváis un par de horas desaparecidos en vuestro plano. Dijo entrecomillando el desaparecidos. Así que es hora de descansar. Yo mismo me encargare de despertaros a todos. Zanjaremos este tema antes de que amenaza en vuestro hogar.
Caí cual plomo sobre la cama resoplando y mirando el dosel de la cama, por lo menos tendría unos minutos de soledad para pensar, o al menos eso creía hasta que Cris se quedo mirándome de pie a mi lado. - ¿No decías que tenias un as bajo la manga? Es una maldita traidora, no es capaz de ayudaros. Se tumbo a mi lado y me abrazo con fuerza apretándome contra su pecho. - Te he echado tanto de menos...
Me reí y devolví el abrazo apoyando la cabeza sobre su pecho. - No pretendía que nos ayudara, solo quería que me dejara en paz y nos dejara trabajar. Muchas cosas van a cambiar a partir de ahora. Dije con un hilo de voz mientras caía profundamente dormida abrazada a Cris.
Tras el merecido descanso ya nos encontrábamos todos en condiciones para proseguir en nuestra misión. Gito e Isi se habían armado con unas espadas que aun no lograban controlar. Eolos, Nika y yo, preferimos dedicarnos a nuestras respectivas magias.
Yurban, Farkon y Cris iban armados hasta los dientes a pesar de ser los fuertes del grupo.
Y Cris con cara de tristeza nos despidió, no sin antes darnos a cada uno un plano del lugar que tras varios estudios hallaba el centro desde el cual nacían los portales.
- Tened cuidado y usad la cabeza. Dijo al despedirnos. Yo mire a mi al rededor y me acerque para abrazarle y darle un rápido beso en la mejilla. - Descuida, volveremos sanos y salvos. Emprendimos el camino hasta que descubrimos que volar era mas sencillo, pero Yurban no podía volar, Farkon tampoco, ni Isi ni Gito, se nos mostraba un gran problema, pero de pronto Eolos me dio un manotazo en la espalda y se rió como loco. - ¿No se supone que soy el guardián del aire? Nadie comprendió en ese momento que quería decirnos, pero de golpe una cálida y dulce corriente de aire elevo por los cielos a quienes no podían volar.
- ¿Desde cuando sabes hacer eso? Pregunte atónita ante aquella visión. - No lo se, simplemente quería que pasara y paso. Respondió el y así fue como todos sobrevolamos hasta el lugar en el que Cris creía que encontraríamos la raíz de las puertas.
Y así fue. Karol estaba agazapada en el suelo, parecía estar inconsciente y cuando nos acercamos para socorrerla una bandada de cuervos se nos echo encima, pero ojo, estos cuervos no son como las aves que se ven en el campo, eran demonios con forma humana, totalmente negros y cubiertos de plumaje y escamas negras, llevaban yelmos puntiagudos y tenían los ojos de colores diferentes, unos eran rojos, otros azules, blancos, amarillos e incluso verde. Rubin comenzó a golpear a los demonios advirtiéndonos de que los ojos no eran por azar, eran soldados y cada uno se dedicaba a su especialidad, combate cuerpo a cuerpo, espada, magia, arcos... Aquellos cuervos eran realmente fuertes, Isi tuvo que huir a través de unas nubes provocadas por Eolos con Karol sobre su espalda. Gito les siguió y acabo lastimado pero por suerte nada grave.
Cuando conseguimos deshacernos de aquellos asesinos, descubrimos con sorpresa un pequeño artefacto incrustado en la tierra, pero por mas que intentamos destruirlo o desenterrarlo nos fue imposible. - Cyliam, esto no se puede destruir. Grito Rubin desesperado. Yurban hizo que detuviéramos el ataque y se puso a investigar aquel curioso objeto, yo observaba sobre su hombro sin comprender hasta que con una de sus tiro de mi arrodillándome junto a ella. - Mira ese símbolo. ¿No te resulta familiar? Dijo señalando lo que parecía una luna creciente. Mi asombro fue tal que me puse a gritar, justo a nuestro lado una puerta se había abierto, sobresaltándome tanto que di una patada al suelo y aquella caja, salio volando justo en dirección a la puerta, justo al cruzarla, hubo una gran explosión, no se como sucedió, pero todos sobrevivieron, salvo yo, aunque realmente no morí, pero resulte gravemente herida.
Varios gritos se sucedieron en el castillo, yo a penas respiraba y todas las voces parecían lejanas, Yurban amenazaba con matar a todos si alguien no ponía solución, Isi se acerco lentamente hasta mi, me cogió de la mano y sentí como una cálida gota de agua, escuche débilmente la voz de Kira, me estaba muriendo del todo pero una luz rosada y cálida de pronto me envolvió. - La energía ni se crea ni se destruye, tan solo se transforma. Dijo en un susurro que me envolvió. Según narran las leyendas, son cinco los elementos, agua, fuego, tierra, aire y energía, la energía es la unión de los cuatro elementos y la sacerdotisa solía poseer ese quinto elemento, había conseguido alimentar a mi cuerpo moribundo con su energía.
Tras mi recuperación y aunque a mi no se me permitió unirme a la fiesta, todos celebraron una gran comilona, fiesta y algarabía y por primera vez en la historia, guardianes, sacerdotisa y demonios fueron capaces de dejar a un lado sus diferencias.
Mientras tanto, yo me aquejaba en la cama bajo los cuidados de Cris que sonreía como un idiota y se mostraba con una dulzura superior a la de cualquier dios.
Y aquel artefacto... era el primer regalo que uno de los demonios mas antiguos del universo nos había enviado. Pero, esta historia se ha acabado y quizás nunca descubráis quien fue aquel demonio tan poderoso que hizo de unas navidades unas pesadillas, o quizás, en otro momento especial os relate esa historia, tarde o temprano lo descubriréis.
Y no me olvido de Karol, ella también sobrevivió y se unió a la fiesta junto a los demás escuchando las historias de sus amigos y novio. Y mas tarde, al amanecer de nuestro plano, todos volvimos.
Cris intento borrar la memoria de los demás, pero le pedí que no lo hiciera, debían aprender tanto de sus errores como del de los demás.
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