- Yo, yo, te matare un día de estos. Acerté a decir antes de
caerme de culo al suelo completamente noqueada.
- ¿Y porque sabes tú de esas cosas? Increpo Nacho con una
mirada despiadada hacia Chris. – Porque soy un cazador. Respondió el con toda
la calma del mundo. – Eso no existe. Ladro Nacho sujetado por Jal e Isi. – Ya
claro, los míos también dicen que los iluminados no existen y mira tú por dónde,
yo salgo con una. Que seamos discretos como los tuyos no implica que no
existamos.
- ¿Y tú lo sabías y no nos habías dicho nada? Esta vez los
ladridos iban hacia mí. Alce la cabeza y resople mientras entre cerraba los
ojos. – ¿Habrías reaccionado de otra manera si te lo hubiera contado? Crees que
solo tú eres importante ¿para qué te iba a llevar la contraria?
- Lo mejor es que descansemos y mañana hablemos del tema.
Compre unos tapones para los oídos, por favor, tengamos la noche en paz. Dijo
Shasha levantándome del suelo y dándome aquellos graciosos tapones amarillos. –
Tu también Nacho, dejemos a fiesta en paz, mañana descansados arreglaremos todo
esto.
Fue bastante complicado dormir lo que resto de la noche, de hecho
se escuchaban susurros por toda la casa, cada uno en su respectivo lugar para
descansar cuchicheaba con su compañero. Los únicos que no hablamos demasiado
fuimos Chris y yo, suficiente teníamos con mirarnos y asesinarnos con la
mirada. - ¿Por qué te metiste en nuestro asunto? Pregunte finalmente. El
demonio se carcajeo de mí. – ¿Vais a pedirles ayuda de verdad? Cuando lo
dijiste esta mañana ya me costó contenerme la risa pero ahora, de boca de ese
estúpido me era imposible seguir aguantando la risa. No van a ayudaros tu misma
lo has dicho.
Le estampe un golpe con la almohada mientras gruñía. – Tú
cállate, ya veremos qué pasa mañana, y ahora, tengamos la noche en paz. Me metí
en la cama y le patee intentando ocupar la mayor parte de la cama para mí
aunque él tuviera que quedarse pegado contra la pared.
A la mañana siguiente las cosas no habían cambiado, la cara
de mal humor de Nacho había contagiado al resto, yo simplemente me prepare mi
desayuno y me senté en el sofá junto a Shasha a la que codee y pregunte simplemente
con un movimiento de cabeza. – No hace otra cosa que no sea quejarse. Me
respondió en un susurro con una pequeña risita que me contagio. Nacho era así,
prepotente y creído, pero habíamos aprendido a aguantarlo.
A medio día todos nos encaminamos a la iglesia, incluido
Chris el cual tenía la peor cara del mundo, tenía unas grandes ojeras y parecía
cansado. – El se queda fuera. Menciono Nacho de mala gana.
- Me parece perfecto así nos avisa si viene alguien, yo me
quedare en esta puerta por si se despista. Respondí señalando la puerta de la
iglesia. – Yo me quedare en la de allí. Respondió Isi. Isi conocía bastante
bien aquella iglesia, había actuado en el coro y bueno era un chico algo
religioso debido a los ideales de sus padres.
En cuanto todos estuvimos en nuestras posiciones Nacho
comenzó a hablar en un idioma que ninguno habíamos escuchado antes, yo permanecí
en la puerta de espaldas a ella, esperando mientras mi mente por momentos se
quedaba en blanco. Shasha, Jal y Angie paseaban entre los bancos mirándose
entre ellos con desconcierto, al igual que yo parecían sentirse un poco
desubicados.
Pero de pronto la puerta donde Isi se encontraba se abrió de un
golpe y un anciano quedo tendido en el suelo arrastrado por Chris.
- ¿Pero qué has hecho? Pregunto Isi inclinándose sobre el
anciano. – Cállate. Intente entretenerlo pero estaba obcecado con entrar y tuve
que noquearlo. Cerró la puerta tras ellos con llave y lanzo el manojo de llaves
hacia mí. – Tú, cierra esa puerta. Y tú, sigue con tu cantico, no tenemos mucho
tiempo. Dijo finalmente a Nacho que miraba con los ojos como platos. Al cabo de
diez minutos todos nos rendimos, Shasha me hacia señales para que abriera la
puerta y salir corriendo, así que eso hice. – Largaros todos, yo me quedare con
el cura, no tenemos que levantar sospechas.
Cuando todos se fueron, abrí la puerta del fondo y deje
tiradas las llaves junto al cura, me incline sobre él y con cuidado lo zarandee
para despertarlo. – Padre, padre. ¿Se encuentra bien? El hombre abrió los ojos
llevándose la mano a la cabeza, estaba desconcertado y algo mareado. - ¿Pero
que le ha pasado? Pregunte ayudándole a incorporarse en el suelo.
- Un hombre me ataco ¿Y mis llaves, donde están mis llaves?
Me hice la despistada y señale las llaves que anteriormente había tirado al
suelo. - ¿Son estas? El hombre se llevo las llaves al pecho en un largo
suspiro. - ¿Has visto al hombre que me ataco?
Empezaba a sentir que estaba siendo acorralada pero vi algo
que me encamino a mi plan de huida. – Lo siento, no. Vine a encender unas velas
y lo vi aquí tendido en el suelo, me asuste por si le había dado un ataque o un
bajón de tensión.
Tras una breve charla con el cura conseguí salir de allí.
Camine lentamente, el maldito cura se había acordado de las velas, adiós a mis últimas
monedas sueltas.
Pero al menos había librado la situación, cuando perdí de
vista al cura corrí en dirección a mi casa.
Allí estaban todos frente al portal,
a punto de tirarse de los pelos unos con otros. - ¡Ya basta! Por esta vez nos
hemos librado. Y ahora subid todos, vamos a terminar con esto de una santa vez.
Ladre a todos los cuales no dudaron un segundo en correr en estampida escaleras
arriba, salvo Chris que se quedo esperándome. – Y a ti, me estas mermando la
paciencia a base de bien, casi nos la lías. Pero Chris no contesto, supuse que
me daba la razón, pero en cierto modo si no hubiera sido por el habríamos
estado en un problema mucho mayor.
Ya en casa los nervios estaban a flor de piel, no había
gritos, pero las miradas hablaban por si solas. – Si él no la hubiera cagado…
Dijo Nacho con desprecio.
- No le culpes a él. Admítelo, sabias que no iban a
aparecer. Carla ya lo dijo y razón no le falto, tus planes no han servido de
nada. Increpo Shasha.
- Además, de no ser por el seguro que nos habríamos metido
en un lio bien gordo. Imagínate que hubiera entrado el cura y te hubiera visto
con esos canticos raros. Hablo esta vez Jal, el único que no solía hablar pero
sin duda era el más coherente. Nacho miro a Angie buscando algún apoyo en ella
pero no le sirvió de nada. – Lo siento Nacho, pero creo que tienen razón, nos
ha salvado de un buen lio.
- Vale, entonces ¿cuál es tu plan ahora Carla? Nacho me pregunto
a mí y yo le mire incrédula y ojiplatica.
- Ah, ahora cuentas conmigo, vaya gracias. Está claro, que
en este plano somos todos un atajo de inútiles sin poder. Por lo tanto propongo
que nos sumerjamos en un viaje astral y nos proyectemos en el plano astral
paralelo al nuestro. Y utilizando uno de tus trucos usaremos círculos de poder.
Nacho se quedo boquiabierto, yo sabía que había sido esa la manera en que había
destruido al mensajero de la oscuridad, a Yurka. Estos demonios no eran nada
comparados con el mensajero, por lo tanto sería muy fácil acabar con ellos. – Y
dado que tus eres quien sabe dibujar los círculos te encargaras de ello,
mientras tanto yo preparare la casa con velas e incienso para que esta noche
nos sea más fácil acceder al plano astral. Dije sacando de un cajón una bolsa
de tela llena de tizas. – Ya sabes que hacer.
- Bien, lo haremos como tú quieras. Pero el no vendrá. De
nuevo la discusión se hizo. Shasha y Jal dijeron que si debía venir, al rato
Angie e Isi dijeron que ellos también querían ir. – Estáis mal de la cabeza, no
tenéis magia no podéis venir. Grito Nacho como un desesperado. – El circulo
sirve de protección, mientras ellos se queden dentro estarán bien y podrán
avisarnos si ven alguna hiena. Respondí yo intentando bajar los humos de la
pelea.
- Pero ellos no están preparados. Lo mejor es que vaya solo.
Sentencio Nacho ante las miradas desaprobatorias de todos.
- Ni lo sueñes. Aquí estamos todos metidos en el pastel, iremos todos, el incluido. Angie
señalo a Chris, por primera vez Angie se atrevía a participar en la
conversación, lo cual era raro, porque siempre tendía a ser la agnóstica.
Finalmente el plan resulto el que yo había propuesto. Nacho,
Shasha y Jal fueron al parque, donde por primera vez se usaron los círculos de
poder. Mientras tanto Angie e Isi me ayudaron a elegir los inciensos que más
calma provocaran en nosotros para poder proyectarnos a la primera. Y Chris,
bueno el simplemente se quedo observando desde lejos, sin decir ni hacer nada,
aunque para que mentir, era lo que mejor se le daba en ese momento. No
incordiar.